Cononce el misterio de la proporción de oro.
Sumérgete en el apasionante mundo del arte y las matemáticas a través de este cautivador artículo sobre la proporción áurea. Descubre cómo esta enigmática relación matemática, también conocida como la secuencia Fibonacci, ha dejado una huella profunda en obras maestras de todas las épocas. Desde los genios renacentistas como Leonardo da Vinci hasta la escena artística contemporánea, exploramos cómo la proporción áurea ha dado vida a composiciones visualmente armoniosas y estéticamente agradables.
El mundo del arte está lleno de muchas maravillas que nos cautivan y nos inspiran. Desde las obras maestras renacentistas como el David de Miguel Ángel, hasta las creaciones contemporáneas como el arte urbano o la ilustración, hay algo especial en esas piezas que nos atrae y nos hace contemplarlas con admiración. En esta ocasión descubriremos en este articulo qué es lo que hace que una obra de arte sea estéticamente agradable y visualmente armoniosa.
Las matemáticas y el arte
Una posible respuesta a nuestra pregunta la podemos encontrar en un concepto matemático fascinante llamado: la secuencia fibonacci. Desde la antigüedad, artistas y arquitectos han utilizado esta relación matemática para crear composiciones visualmente atractivas y equilibradas, dejándonos las obras más importantes en la historia de la humanidad.
¿Qué es la Proporción Áurea?
La proporción: es la medida que corresponde a las partes de un elemento con el todo o partes que este relacionadas entre sí. Por ejemplo las medidas de la nariz, los ojos y la boca son las proporciones que conforman la cabeza o (un todo). Estas partes del rostro humano no puede ser demasiado grandes ni demasiado pequeñas si las comparamos con el rostro, tienen un tamaño estándar y de no ser así entonces estamos hablando de que las medidas son desproporcionadas.
Todo inicia con Leonardo Pisano, también conocido como Fibonacci, Leonardo fue un famoso matemático de Italia que se dedicó a promover por toda Europa por el año 1202 el sistema de numeración árabe (Que es el sistema que utilizamos actualmente con los números 1, 2, 3…) con base decimal y con un valor nulo (el cero). De acá descubriremos la Sucesión de Fibonacci que luego daría paso a la proporción áurea en el arte.
¿Qué es la Sucesión de Fibonacci? Es una serie numérica: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55,… Es una serie infinita en la que la suma de dos números consecutivos siempre da como resultado el siguiente número como por ejemplo (1+1=2; 1+2=3 2+3=5 3+5= 8…). Y la relación que existe entre cada pareja de números consecutivos (es decir, si dividimos cada número entre su anterior) se aproxima al número áureo (1,618034).
Esta singularidad matemática fue tan grande que el matemático y teólogo italiano Luca Pacioli publicó un libro titulado La Divina Proporción en el año de 1509 en este libro Pacioli menciona cinco razones de por qué el número áureo es divino:
- El número áureo está definido por tres segmentos de una recta, que asemeja a la Santísima Trinidad (Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo).
- La unicidad del propio número áureo, que asemeja a la unidad de Dios.
- Si miramos la infinidad del número áureo, es igual que Dios de infinito.
- Dios dio ser al universo a través de la quinta esencia, representada por un dodecaedro, y el número de oro dio ser al dodecaedro.
- Nuestro Dios es omnipresente e invariable, igual que el número áureo.
Las propuesta de Pacioli fascino a los artistas de la época y eso hizo que el arte tuviera la presencia de la proporción áurea. Leonardo da Vinci, uno de los genios del Renacimiento, aplicó esta relación en sus obras maestras, como «La última cena» y «La Mona Lisa». Al utilizar la proporción áurea en la composición, da Vinci logró un equilibrio visual que atrae y cautiva al espectador.
La presencia de la proporción áurea no se limita a la pintura y la escultura. También se encuentra en otras formas de expresión artística, como la fotografía y el diseño gráfico en donde fotógrafos y diseñadores utilizan esta relación para componer imágenes agradables a la vista, distribuyendo los elementos clave según las proporciones áureas.
La proporción áurea demuestra cómo las matemáticas y el arte están intrínsecamente conectados. A través de esta relación matemática, los artistas han creado obras que nos cautivan y nos hacen apreciar la belleza en su forma más pura. Ya sea en la pintura, la arquitectura, la fotografía o el diseño gráfico, la proporción áurea ha dejado su huella en el mundo del arte, recordándonos que la estética visual puede tener una base matemática.
La próxima vez que te encuentres contemplando una obra de arte y te sientas atraído por su armonía y equilibrio, piensa en la proporción áurea y en cómo las matemáticas pueden influir en la estética visual. La belleza matemática en el arte nos recuerda la increíble intersección entre la lógica y la creatividad, y cómo los números pueden ser el lenguaje de la belleza.
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